Es media noche y apenas voy a empezar a leer. En época de
vacaciones pareciera que los niños tienen pila infinitamente recargable, solo
se ocupan de jugar y pasarla bien, y cuando te das cuenta el día ya se volvió
noche.
Pero la verdad es que no puedo soltar este libro; siempre he
sido una feliz lectora, sin embargo con los recientes cambios en mi vida, esta
actividad se ha vuelto imprescindible y fascinante. Un libro me da
oportunidades infinitas de aprendizaje.
Yo creo que el aprendizaje continuo es importante para
cualquier persona. Hay tantas cosas que desconocemos que ser indiferentes ante
un mundo de conocimiento a nuestro alcance me parece increíble, mucho más
cuando tienes metas y sueños por realizar.
La autoeducación en el mundo actual, en la profesión que sea,
tiene un valor incalculable y nos potencializa a lograr nuestras metas. Forma
parte de la responsabilidad y compromiso que tenemos para cumplir nuestros
objetivos pero sobre todo habla de nuestra pasión en lo que hacemos. Es común
cumplir estándares cuando sabes que hay alguien detrás presionándote para que
lo hagas, ya sea con premios o castigos, sin embargo cuando lo haces por
iniciativa propia lo que te mueve es tu mera motivación. Y yo no puedo soltar
este libro ¡estoy aprendiendo tantas cosas!
Soy feliz en ese momento en el que me vuelvo consciente de
algo que desconocía, de algo que hace clic en mi mente, en mi corazón,
de algo que mi alma acepta, reconoce y asimila, de un nuevo aprendizaje. Y solo
lo que resuene como cierto en nuestra alma y corazón es lo que se concuerda con
nuestra pasión. Alguna vez escuche que los libros te dicen cosas que ya sabias,
pero que no sabías que sabias y en realidad solo te ayudan a recordar quien
eres en verdad… No sé qué tan cierto sea, pero me suena casi casi mágico.
Viéndolo desde esta perspectiva, si algo no hace eco en tu
alma no es tu pasión. Si “tienes que” estudiar, que cumplir con alguna labor
que te pidieron o llegar a cierta meta, definitivamente te falta motivación,
quizá porque estas inmersa en mil cosas que te distraen, o quizá olvidaste el
por qué lo estás haciendo o definitivamente no es lo tuyo.
Aprender es un privilegio y autoeducarte es una declaración
de vida, de realización y de felicidad. Es gritarle al mundo que harás todo lo
posible por lograr eso que te apasiona. Y si aún no has encontrado esa pasión
que te impulse a saber más y más y más, tal vez debas de buscar en lo profundo
de tu ser y sacarla del rincón de olvido.
¿Qué es eso que te saca de la cama toda las mañanas? ¿Qué es
lo que no te deja dormir de la emoción? ¿Qué libro no puedes soltar? ¿Qué curso
quieres tomar? ¿Qué es lo que quieres aprender?
Te invito a hacer una pausa de sinceridad contigo misma y te
imagines que tu corazón tiene brazos ¿Qué o a quienes abrazaría y por qué?.. Me
encantaría que me compartieras tu respuesta.
Yo por lo pronto seguiré leyendo.
#SeamosLuzDelMundo
Cynthia Aguilar
Formadora en Inteligencia Emocional y Empoderamiento Femenino
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