Empoderamiento

Empoderamiento

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Sin prisas.

Concluyentemente  puedo decir que este es el año en que he aprendido más. Tantas cosas en tan poco tiempo ¡es impresionante! Yo creo que el hecho de reinventarse es la clave, claro que en esa pequeña palabra se integran otras cuestiones de fondo: entender tu presente, sanar tu pasado y crear tu futuro con posibilidades infinitas.

Le debo agradecer a las personas que me acompañaron en este camino: las que me pusieron en el, las que me enseñaron como recorrerlo y las que me acompañan. Ahora sé que cada uno de ellos fue crucial en su momento y si ahora no están, de todos modos tienen todo mi agradecimiento y una parte de mi vida.

Yo solía ser imparable, pero definitivamente no por las razones correctas. Lo único que quería era seguir funcionando a costa de lo que fuera: mi salud, mi calidad de vida, mi descanso, convivir con mis seres queridos; solo me preocupaba por hacer, vivir en automático. Es como si te autocastigaras por alguna extraña razón que ni tú misma sabes y de repente caes en cuenta de que eso no es lo que quieres para ti, ni para los que te rodean.

Hoy la vida me gusta sin prisas y me digo - ¡Cuanto me he perdido! – Caí en cuenta de que el pasado no va cambiar por más que yo quiera, por más que duela; el futuro lo voy creando con cada uno de mis pensamientos  y en el único momento que vivimos es el hoy, es el ahora. Este instante es lo único que tengo, la vida es un incontable numero de instantes y no nos damos cuenta.

Qué bien me siento cuando disfruto mi café, mi comida, la compañía de las personas, sin prisas. Era esclava del reloj, que usaba con media hora de adelanto, pero decidí vivir el ahora. No es que no tenga objetivos a cumplir, sino que simplemente cada día me encargo de avanzar hacia ellos y no en preocuparme al respecto. No es que haya olvidado lo pasado, aprendo de él y construyo un mejor hoy.

Estoy tranquila ante el inminente final de año y el siguiente año me emociona, me reta, lo disfrutare al máximo. He pasado unos deliciosos días de nada, de no hacer nada, simple y sencillamente, de estar. Las que somos mamas seguramente nos partimos en veinte para que todos en casa estén bien, pero recuerda que tu ejemplo dice más que mil palabras.

Entonces ¿Por qué no disfrutar sin prisas? Como dice el Dalai Lama: Deja de pensar por un momento en esos dos días en los que no puedes hacer absolutamente nada: el ayer y el mañana, vive tu hoy. Disfruta tu despertar, las reuniones con los amigos, los festejos, tu descanso… Hacer el amor. Disfruta tanto tu ahora que no tengas prisa por estar en otro lugar, en otro momento.

Deseo de todo corazón que saborees cada minuto de este año que termina y te quedes con un sabor de boca exquisito. Te aseguro que el año que viene…. Vendrá, en su momento.


Abrazos y mil bendiciones ¡Feliz año nuevo!

"Seamos luz del mundo"
Cynthia Aguilar
Formadora en Inteligencia Emocional, Financiera y Empoderamiento Femenino.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Las cosas importantes.


He de confesar  que estas fechas festivas donde el tráfico se vuelve insoportable, los centros comerciales están abarrotados y aflora la histeria colectiva de consumo, la detesto. No es que no me guste la Navidad, por supuesto que sí, pero siendo honestos “eso” no es Navidad; tampoco son los regalos, claro que los disfruto, pero en realidad hemos abaratado uno de los momentos que más nos llenan como seres humanos.

Muy aparte de las creencias de cada quien, el momento es especial por convivir con las personas que mas queremos, yo así lo veo; porque en realidad no es el regalo, es quien te lo da, no es qué vas a cenar, es con cuanto amor fue preparado, o simplemente un momento en el que todo mundo puede parar un momento y dedicarle tiempo a las cosas importantes.

Es tan curioso el poco tiempo que le dedicamos a las cosas que según esto son lo más importante para nosotros, como nuestra familia, amigos entrañables, nuestra pareja; aunque parafraseando a Victor Kϋppers “las cosas importantes, no son cosas, son personas, relaciones importantes.” Y si realmente entendiéramos eso las tiendas no estarían abarrotadas una vez al año.

Este pensamiento es en realidad muy nuevo para mí, no solía ser muy sociable, disfruto mucho mi soledad, pero ahora entendiendo el comportamiento humano, el sentir de las personas, hoy comprendo que somos en sociedad, que los demás son un medio para conocernos y experimentarnos a nosotros mismos ¿Cómo podría saber que tan tierna puedo ser sin mis hijos? ¿Cómo sabría lo que es amar a una persona, sin una pareja? En el momento en el que vas al fondo de ti mismo, te conoces y aceptas, puedes entender y aceptar a los demás; comprendes que son personas como tú y entonces puedes ser empático, tolerante, amable. Lo cual es fascinante.

Sé que para muchas personas son fechas difíciles, quizá por alguien ya no está físicamente con ellos, o por alguna ruptura, o por mil cosas que al ser humano, tan complejo y único como es, le pueden aquejar, sin embargo, si reflexionaran por un momento se darían cuenta de que hay más por agradecer que lo que “sienten” que perdieron. Si tú eres una de esas personas, te invito a hacer este ejercicio: haz un listado de todo por lo que quieras dar gracias en tu vida y a lado, otro de lo que tanto te atormenta… Te aseguro que el primer listado es más largo, y por mucho. Entonces no dejes que eso que ahora te angustia invalide todo lo maravilloso que vives día a día. El ser feliz es una decisión y está solo en tus manos.

Una de mis frases favoritas de Victor Kϋpper es:”lo más importante es que lo más importante siempre sea lo más importante”. El ser humano en plenitud vive en equilibrio personal, profesional, emocional y nunca olvida que las cosas más importantes de su vida son las relaciones que lo hacen realizarse como padre o madre, como pareja, como hijo, como profesional, como emprendedor. No olvides la esencia de las cosas, tu grandeza.

Abraza a tus seres queridos, hazlos sentir el gran amor que tienes para ellos. Seguramente hay mil historias que se quedan en el tintero, que aun no se han escrito o que jamás se escribirán ya ¿pero eso qué importa? El recuento de los daños podrás hacerlo después.  Deja de lado todo lo que estorba y descúbrete feliz en compañía de todas las personas que le dan un toque especial a tu vida.


¡Feliz Navidad! Abrazos y bendiciones para todos.

"Seamos luz del mundo"
Cynthia Aguilar
Formadora en Inteligencia Emocional, Financiera y Empoderamiento Femenino.

martes, 15 de diciembre de 2015

La fuerza de las mujeres


En este último mes he tenido la oportunidad de compartir mis ideas, mi tiempo, mi camino con un grupo de mujeres increíbles: emprendedoras sociales, si ser emprendedora ya dice bastante, ser una emprendedora social dice mucho mas, ya que buscamos generar un gran impacto positivo resolviendo alguna problemática de tantas que afectan a nuestra sociedad de una manera innovadora.

Claro que este camino no ha sido nada fácil: nos hemos topado con pared, nos hemos retado a nosotras mismas, hemos enfurecido y después entendido y aprendido… Y quizá eso hace tan especial esta experiencia. Siempre se dicen mil cosas de ser emprendedor pero convertirte en uno es algo que nadie te puede contar.

Me maravilla ver  como cada una de nosotras ha avanzado y aún habiendo momentos en los que nos hemos sentido perdidas, no hemos tirado la toalla; somos mujeres fuertes, decididas, dispuestas aprender y a arriesgarnos por lo que creemos, por lo que queremos lograr. Queremos  ver un cambio en el mundo, pero no solo eso, estamos dispuestas a generar ese cambio, poner nuestra semilla para que cada uno de nuestros sueños se haga realidad.

Y dirigiendo este gran grupo está un joven que sueña en grande y sobre todo hace que todos esos sueños sucedan, nos contagia su energía, entusiasmo y todo su conocimiento; de ojos atentos, oídos dispuestos y miles de ideas generándose en su mente. En resumen, un gran ser humano.

Como pueden ver, tenemos la fórmula del éxito y el aplicarla es lo interesante. Cada una tiene un talento especial que ha compartido en el grupo y lo veremos reflejado mas allá. Sé que el motor de nuestros anhelos estará encendido siempre y estoy convencida que así seremos referente e impulso para muchas más mujeres que se sumen a cambiar su realidad, y con ello la sociedad.

Como nosotras seguramente hay muchas más mujeres que quieren hacer la diferencia, que quieren contribuir y tienen una idea de cómo hacerlo, quizá esta idea no sea muy clara pero se puede llevar a la realidad como nosotras lo estamos haciendo. Si eres una de ellas te digo: ¡No te detengas!, no creas que es imposible, no te limites, creer que se puede es el principio, lo más importante, lo demás ya se dará.


Compañeras y compañero de viaje, gracias por dar de cada uno, por dar este primer paso juntos y espero con gran entusiasmo vislumbrar el crecimiento de cada uno de nuestros proyectos a los que les hemos dado vida. Gracias por su fuerza y por ser un gran ejemplo a seguir.

"Seamos luz del mundo"
Cynthia Aguilar
Formadora en Inteligencia Emocional, Financiera y Empoderamiento Femenino.

martes, 8 de diciembre de 2015

Tu amiga, la soledad.


La alarma irrumpe en tu ultimo sueño, justo en ese momento viajas en el tiempo y recuerdas cuando te despertaban con un dulce beso. Te levantas y empieza tu día.


Piensas en ponerte el mismo aburrido traje de siempre y el vestido que jamás has usado te echa un ojo, empiezas con los “peros”: pero no es viernes, pero es para una ocasión especial, pero es para cuando tenga una cita… -Nada, nada ¡Póntelo! -. Eso te anima un poco y tomamos el primer café de la mañana, me encanta ese primer café, ¡lo disfrutamos tanto!

De camino al trabajo es cuando más platicamos, me gusta mucho escuchar tus pensamientos, desde lo más profundo hasta lo más insignificante. Tienes una mente extraordinaria, eres una persona increíble y me encanta que te des cuenta de ello, aunque después se te olvide, no sé por qué.

Estando en el trabajo me impresionas, te escucho, te veo y de verdad que no sé como logras hacer todas esas cosas, tu capacidad es asombrosa. Te olvidas de todo, hasta de mí, y eso está muy bien. Te veo desde lejos, a veces son días buenos, otros no tanto, pero siempre sales adelante. Terminas el día, no hay mensajes, no hay llamadas, no hay nadie más que yo, te abrazo y nos vamos a casa.

De camino pensamos que hacer el fin de semana; - La pasamos tan bien -, reconoces. Sé que a veces quisieras que las cosas fueran diferentes, que alguien escuchara todas tus teorías, planes y proyectos, que supiera todo lo que te emociona o te conmueve, que estuviera contigo a final del día, que te sostuviera cuando te enfrentas a tantas cosas que son nuevas para ti, que te dijera que todo va estar bien… Pero de nuevo, solo estoy yo.

No siempre es fácil, lo sé, convivir es siempre aprender, y convivir conmigo siempre es especial. Ciertamente los seres humanos son seres en sociedad, pero cuando están en soledad aprenden a estar con la persona más importante de su vida, ellos mismos; y es maravilloso lo que llegan a comprender, ya que todo parte de su interior. Son seres únicos en todo el universo, con un gran propósito cada uno, cuando llegan a mí, mi función es guiarlos, si pudieran verse como yo los veo, si comprendieran esa grandeza, mi trabajo sería mucho más fácil, pero no, no lo es.  Muchos me odian, me detestan, huyen de mí  y eso a veces resulta un desastre, ya que terminan en compañía de otras personas que tampoco me soportan y esa es la fórmula del caos.

Lo más importante es que dejes de verme a mí, que veas más allá, porque si logras ver a través de mí, te vas a encontrar con una persona increíble que va cambiar toda tu vida: Tú.

Cuando aprendas estar en paz conmigo, contigo, las personas correctas llegaran a tu vida. Terminaran esas ansias de un mensaje, de una llamada, de que alguien haga eco de todos tus planes. Terminara el miedo. No, no me mal entiendas, no tengo nada en contra de que encuentres un compañero, un cómplice, lo que espero es que te sientas bien y feliz sola o en compañía, que no sea una necesidad, sino un placer.

Sabes que yo estaré contigo siempre que lo necesites y que cada encuentro será una nueva experiencia de crecimiento.

Solo quiero pedirte algo: no huyas de mí, no quiero herirte, solo quiero que cada vez que nos encontremos te descubras con mis ojos maravillados de ti.

Atte.
Tu amiga, la soledad.


"Seamos luz del mundo"
Cynthia Aguilar
Formadora en Inteligencia Emocional, Financiera y Empoderamiento Femenino.

martes, 1 de diciembre de 2015

Haz las paces con tu dolor.


Hay miles de cosas que nos pueden causar dolor y si hablamos de dolor físico: vamos a visitar al médico para que nos diagnostique (quiero pensar que todas lo estamos haciendo) entonces él se pone a analizar los hechos como todo un investigador privado y nos da sus conclusiones, seguimos la receta… ¡Y ya está! Curadas del malestar y en perfecta forma para seguir con nuestra vida. ¿Y todo gracias a qué? A que el dolor nos dijo que algo andaba mal y no dejó que las cosas se complicaran. Gracias al dolor, el médico pudo identificar donde estaba el problema a solucionar y ayudarnos a sanarlo. ¿Alguna vez le has dado las gracias a tu dolor por salvarte la vida tantas veces? Obvio no. Te apuesto que algunas de tus expresiones son “Este maldito dolor” “Méndigo dolor”. Todo porque no somos conscientes de que es un aviso que nos mantiene vivas.

Lo mismo pasa cuando es un dolor emocional (que también puede ser detonante de dolores físicos). Nos está informando que algo anda mal, que hay que sanarlo y que si no lo resolvemos pronto las consecuencias serán más graves; pero lo que comúnmente hacemos es huir, evadir, olvidar ese dolor, o bien hacernos las victimas ya que pensamos que no hay solución. Nos da tanto miedo sentir dolor que pensamos que el ignorarlo lo va a calmar, pero en realidad lo hace más grande, la sola palabra “dolor” ya nos causa conflicto. Sin embargo se nos olvida que está ahí para ayudarnos, para mantenernos vivos.

El dolor es inevitable, es cierto. Cuando las cosas van mal, lo peor que podemos hacer es contener esas emociones, negarlas y suprimir ese dolor. Al momento que aceptamos ese dolor podemos llegar al porque de ese sentimiento y tenemos en nuestras manos una gran oportunidad de aprender y crecer.

Justo ayer veía la película de Divergente (por enésima vez) y en esta ocasión le di una interpretación diferente: el divergente “huye” de cierto modo al miedo que se le presenta, le da la vuelta, no lo confronta; el osado entiende el miedo, lo asimila y lo encara, conoce tan bien su miedo y el dolor que representa que descubre herramientas para salir sano y salvo de esa situación, aunque sea su mayor reto emocional. Así lo concluyo el día de hoy, me gustaría saber si estás de acuerdo.

Entonces la moraleja de todo esto es: Sí, vamos a sentir miedo, dolor pero si huimos de él seremos sus rehenes cada vez que este aparezca, porque "la voz de nuestro inconsciente puede ser sutil pero no descansa hasta ser oída" diría Sigmund Freud. Así que nos va a sabotear cuando lo neguemos, cuando evitemos confrontar.

Hoy yo tengo que aprender del dolor que siento. Yo le doy la bienvenida a mi dolor, porque sé que está para cuidarme, porque sé que tengo una lección que aprender, y le agradezco que este conmigo y me ayude a ser más autoconsciente. Quiero llegar al fondo, al por qué; ser como un investigador privado de mi alma e identificar donde está el daño. Sé que me puedo enfrentar a mis mas grandes miedo, pero sé que si aprendo de ellos tendré más herramientas a lo largo de mi vida. Hoy haré las paces con mi dolor.


Así que, cuando algo te duela, te invito a ser “osada”, entender tu dolor y buscar herramientas para saber cuál es el mensaje que te quiere dar. Porque como dice el que fuera mi mentor, Cesar Jaimes: El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional”

"Seamos luz del mundo"
Cynthia Aguilar
Formadora en Inteligencia Emocional, Financiera y Empoderamiento Femenino.


Haz las paces con tu dolor


Hay miles de cosas que nos pueden causar dolor y si hablamos de dolor físico: vamos a visitar al médico para que nos diagnostique (quiero pensar que todas lo estamos haciendo) entonces él se pone a analizar los hechos como todo un investigador privado y nos da sus conclusiones, seguimos la receta… ¡Y ya está! Curadas del malestar y en perfecta forma para seguir con nuestra vida. ¿Y todo gracias a qué? A que el dolor nos dijo que algo andaba mal y no dejó que las cosas se complicaran. Gracias al dolor, el médico pudo identificar donde estaba el problema a solucionar y ayudarnos a sanarlo. ¿Alguna vez le has dado las gracias a tu dolor por salvarte la vida tantas veces? Obvio no. Te apuesto que algunas de tus expresiones son “Este maldito dolor” “Méndigo dolor”. Todo porque no somos conscientes de que es un aviso que nos mantiene vivas.

Lo mismo pasa cuando es un dolor emocional (que también puede ser detonante de dolores físicos). Nos está informando que algo anda mal, que hay que sanarlo y que si no lo resolvemos pronto las consecuencias serán más graves; pero lo que comúnmente hacemos es huir, evadir, olvidar ese dolor, o bien hacernos las victimas ya que pensamos que no hay solución. Nos da tanto miedo sentir dolor que pensamos que el ignorarlo lo va a calmar, pero en realidad lo hace más grande, la sola palabra “dolor” ya nos causa conflicto. Sin embargo se nos olvida que está ahí para ayudarnos, para mantenernos vivos.

El dolor es inevitable, es cierto. Cuando las cosas van mal, lo peor que podemos hacer es contener esas emociones, negarlas y suprimir ese dolor. Al momento que aceptamos ese dolor podemos llegar al porque de ese sentimiento y tenemos en nuestras manos una gran oportunidad de aprender y crecer.

Justo ayer veía la película de Divergente (por n-sima vez) y en esta ocasión le di una interpretación diferente: el divergente “huye” de cierto modo al miedo que se le presenta, le da la vuelta, no lo confronta; el osado entiende el miedo, lo asimila y lo encara, conoce tan bien su miedo y el dolor que representa que descubre herramientas para salir sano y salvo de esa situación, aunque sea su mayor reto emocional. Así lo concluyo el día de hoy, me gustaría saber si estás de acuerdo.

Entonces la moraleja de todo esto es: Sí, vamos a sentir miedo, dolor pero si huimos de él seremos sus rehenes cada vez que este aparezca, porque "la voz de nuestro inconsciente puede ser sutil pero no descansa hasta ser oída" diría Sigmund Freud. Así que nos va a sabotear cuando lo neguemos, cuando evitemos confrontar.

Hoy yo tengo que aprender del dolor que siento. Yo le doy la bienvenida a mi dolor, porque sé que está para cuidarme, porque sé que tengo una lección que aprender, y le agradezco que este conmigo y me ayude a ser más autoconsciente. Quiero llegar al fondo, al por qué; ser como un investigador privado de mi alma e identificar donde está el daño. Sé que me puedo enfrentar a mis mas grandes miedo, pero sé que si aprendo de ellos tendré más herramientas a lo largo de mi vida. Hoy haré las paces con mi dolor.


Así que, cuando algo te duela, te invito a ser “osada”, entender tu dolor y buscar herramientas para saber cuál es el mensaje que te quiere dar. Porque como dice el que fuera mi mentor, Cesar Jaimes: El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional”

"Seamos luz del mundo"
Cynthia Aguilar

Formadora en Inteligencia Emocional, Financiera y Empoderamiento Femenino.