Yo no sé qué mecanismo traen los niños integrados que
levantarlos para la escuela toda la semana es un show pero los domingos están
despiertos a las 07:00 am y con toda la pila del mundo. – Mamá quiero hotcakes,
después quiero ir a jugar y después a casa de mis abuelos- y así empieza un día
de “descanso”.
Anteriormente terminaba la semana de milagro, los fines de
semana no tenía ganas de nada y convivir con mis hijos se volvía una carga.
Despertaba de malas, con mil cosas por hacer para continuar con la rutina de
siempre; hacer la tarea con mi hijo era una batalla campal, yo no tenía
paciencia y él no entendía por qué mamá estaba tan de mal humor. En el trabajo
era lo mismo, mi desempeño empezó a bajar y ciertamente me sentía frustrada.
Tratar con mis papas era imposible, llegaba a su casa y me sentía juzgada,
recriminada y que nada hacía bien.
Las mujeres tenemos miles de herramientas, características
extraordinarias y personalidades únicas, pero lo curioso que no nos damos
cuenta, no lo creemos. Siempre comparándonos, siempre tratando de ser mejor que
las demás; que nuestros hijos sean perfectos porque entonces nosotras somos
perfectas, tratando de ser “buenas” mujeres, siendo útiles para todo mundo a
pesar de nosotras mismas.
Yo me pregunto ¿Cuándo vas a dar ese primer paso hacia tu
bienestar? Creo que de entrada, cuando sientas que lo mereces, cuando te
respetes, te ames y busques lo mejor también para ti, y digo también porque
seguramente eso es lo que buscas para los tuyos, pero se nos olvida incluirnos.
Esa idea de que la mujer se sacrifica por los hijos, por su pareja y eso la
hace noble es de entrada arcaica pero sobre todo, mortal. Cuántas de nuestras
propias madres no tienen mil enfermedades por no haberse procurado a sí mismas
cuando eran más jóvenes; mi madre, desde que yo recuerdo está enferma de algo. Una
noche le pregunte a mi hija - ¿No vas a cenar? - y me contesto – ¿Tú vas a
cenar conmigo? Yo nunca te veo comer mamá -. ¿De que hubiera servido aventarle
una letanía si mi ejemplo lo decía todo? El consejo convence pero el ejemplo
arrasa, tu madre lo aprendió de su madre y tú de ella, si tienes hijas, ¿qué
crees que van a aprender?
Rompe con esa cadena de tonto sacrificio y busca tu
bienestar de la mano de tu familia. Yo he decidido que mis domingos son
sagrados, son para mí y para mis hijos, y ellos lo entienden y lo respetan.
Ellos saben que mamá sale a correr, que duerme cuando es momento de hacerlo,
que se toma una tarde libre, que va a conciertos, museos,
que toma cerveza, que ha cambiado sus hábitos alimenticios, que la casa ha dejado de ser un campo de batalla, pero lo más importante: que disfruta de su vida, que se quiere y se
respeta y eso no significa que los quiera menos a ellos.
Yo quiero mostrar a todas las mujeres que cambiando de
pensamientos, es posible alcanzar el bienestar y con ello la felicidad. Quiero
iluminar el camino que muchas hemos de recorrer, pero una sola luz no es
suficiente; ¿No sería maravilloso que llegues a ser la mejor versión de ti
misma y que la armonía reine en cada aspecto de tu vida? Entonces tú podrás
iluminar a tus hermanas, hijas, amigas cuando vean un cambio verdadero en ti. Vamos
a dar ese primer paso. Ter invito a descubrir lo maravillosa que ya eres.
"Seamos luz del mundo"
Cynthia Aguilar
Formadora en Inteligencia Emocional, Financiera y Empoderamiento Femenino.
Cynthia no dejes de escribir y reactiva tus redes tienes mucho que darle al mundo =)
ResponderEliminarGracias Martha. De hecho todas mis redes estan al dia. Te invito a seguirme y estar en contacto. Del lado derecho estan todas mis redes ;o)
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