¡Sorpresa!
Iniciamos Seminario este mes.
Tenemos cupo limitado así que aparte tu lugar ¡no te lo puedes perder!
Escribenos a iemujerymas@gmail.com y te daremos mas detalles.
Hoy, como todos los días, mi perro llamado Rudo y yo salimos a correr. Disfrutamos mucho esos momentos juntos, me da tiempo de reflexionar, de estar en paz y de estar conmigo… Pero hoy ha sido especial: ¡nos han invadido las mariposas! Salimos a la calle y nos hemos topado con miles de mariposas blancas revoloteando por doquier; hermosas, simpáticas y sobre todo, libres.
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Hoy, como todos los días, mi perro llamado Rudo y yo salimos a correr. Disfrutamos mucho esos momentos juntos, me da tiempo de reflexionar, de estar en paz y de estar conmigo… Pero hoy ha sido especial: ¡nos han invadido las mariposas! Salimos a la calle y nos hemos topado con miles de mariposas blancas revoloteando por doquier; hermosas, simpáticas y sobre todo, libres.
Es curioso como a veces nos agusanamos, y
no me refiero a que nos llenemos de larvas, no, sino que, nos convertimos en
lentas, apesadumbradas y desmotivadas orugas. Nos miramos al espejo y ya se nos
olvidó que queríamos ser de grandes, o si lo conseguimos, olvidamos
disfrutarlo; nos olvidamos de dar gracias por las maravillas que hay en nuestra
vida y también olvidamos hacer algo al respecto de lo que no nos gusta de ella.
Optamos por lo que requiera menos esfuerzo, lo que lleve menos tiempo, lo que
nos mantenga en nuestra zona de confort ¿Un cambio de trabajo? Impensable, ahí
estamos bien aunque no ya no lo soportemos o no nos sentimos valoradas y realizadas
¿Hacer ejercicio?, ¿nutrirme mejor? -Para qué, jamás seré miss universo-
¿Terminar una relación toxica, violenta o en la que ya no me siento a gusto? -Jamás,
“más vale malo por conocido que bueno por conocer”, qué sería de mis hijos (si
los tienes), no podría salir adelante sola, no siempre se porta mal conmigo
solo cuando ha tenido un mal día-, o el clásico: -Él me quiere, solo que yo lo
hago enojar-.
Y sin darnos cuenta nos vamos agusanando
más y más, dándole el poder de nuestra vida a los demás: nuestra pareja, nuestro
trabajo, nuestros hijos, nuestros padres, hasta a la televisión ¿Por qué? Porque
es más fácil ser la victima que ser parte de la solución, es más fácil que todo
mundo nos tenga lástima, hasta nosotras mismas, porque cómo podría hacer yo
algo al respecto si los demás son los que tienen la culpa. Pero un día, estamos
tan agusanadas que ya no podemos andar, no podemos salir de la cama, no
queremos ir al trabajo, ya no queremos contestar el celular para escuchar más
reclamos, queremos morirnos por lo menos una semana (como diría Jaime Sabines)
y ese día empezamos a formar nuestro capullo. Hemos tocado fondo.
En Inteligencia emocional eso lo conocemos
como Crisis. Ese momento donde ya no puedes contigo misma, donde te preguntas
una y mil veces “¿Qué hice mal?” Donde nada tiene sentido y lloras por todo, y
por nada, donde todo nos abruma y crees ya no poder seguir. La Crisis nos
confronta y nos manda un mensaje muy claro: Reinvéntate. Y es justo el momento
de afrontar nuestros miedos, nuestras heridas emocionales, de sanar, de
entender cómo y por qué llegamos hasta este punto y hacernos responsables de
nuestras vidas, de recuperar nuestro poder. Es el momento de sacar fuerza de
flaqueza y aprovechar la oportunidad de transformarnos, como la oruga en
mariposas.
Imagínate un día salir a la calle y ver un
ejército de Mujeres-Mariposas que van libres disfrutando de sí mismas, haciendo
valer su poder interior, siendo simplemente felices.
Sabes, me encantaría ser parte de ellas… ¿A ti no?
"Seamos luz del mundo"
Cynthia Aguilar
Formadora en Inteligencia Emocional, Financiera y
Empoderamiento Femenino.